Hay un mito en muchos de los temas de crecimiento personal y es que el “tener propósito” es algo que se logra, pero de lo que me dí cuenta, después de 20 años de estudios , es que el famoso propósito es simplemente “ser”. Y entonces te preguntarás: y si es tan simple, porque tengo que aprender a ser? y la respuesta a la que llegué, es porque llevamos la edad que tenemos; llenando nuestra mente de unas memorias que nos dicen cómo debemos vivir y ese vivir por lo general está lejos de nuestro verdadero “ser”; además, más allá de las memorias negativas que ya seguramente tienes identificadas para mejorar en tu vida, existen unas que percibimos como “positivas” para nuestra vida y esas son las más difíciles de cambiar, porque al sentirlas positivas, nuestro apego a ellas es impresionante y entre más apego, más lento se da esa conexión con tu verdadero ser.
Por esto es que el primer paso para conectarte con “tu ser”, es comenzar a trabajar en tu mente, porque esa es la que, seguramente, en este momento te está diciendo, que si el propósito es eso tan simple, cómo “ser”, entonces no vale la pena dedicarle tiempo…
Pero aquí es donde te digo: STOP, porque antes de que sigas leyendo, debes saber este primer tip sobre como funciona tu mente: a ella le encanta el status quo, los resultados ultra rápidos y las cosas difíciles. Las cosas que percibe como “fáciles”, las subvalora; por eso casi todos cuando comenzamos a trabajar estos temas, los abandonamos, porque se ven tan fáciles que parecen hasta ridículos muchos de los ejercicios y por otro lado al no ver resultados ultra inmediatos, tu mente te dice: “next!, esto no sirvió, yo sabía que con eso tan bobo no ibas a lograr ese cambio tan grande que quieres”. Pero la verdad es que la clave de los grandes cambios mentales está en la persistencia de esas pequeñas lecciones; por eso es que te digo, que esto se puede lograr sin mucha parafernalia desde la metodología, pero; el principal reto es el dar flexibilidad a nuestra nuestra propia mente, para que sea ella la que se abra a nuevas posibilidades, diferentes a las que está acostumbrada en el pasado.
Así que si estás queriendo hacer algo para cambiar tu vida, creo que es porque quieres aceptar ese reto e ir más allá de la zona de confort de tu mente actual, sin importar si tienes una vida triste o feliz; hay algo más profundo que te está moviendo a buscar información de este tema, sigue esa corazonada, sin importar que a veces sientas que le pierdes la señal. Porque en el mundo de aprendizaje mental y espiritual, a diferencia de lo que nos han enseñado con cualquier educación siempre se está avanzando, nunca se retrocede y cada esfuerzo vale la pena. Confía en tu ritmo, que es el prefecto para ti.